miércoles, julio 15, 2009

Iván Vega Mendoza


Nací en la ciudad de Las Palmas y me crié en diferentes zonas de la isla de Gran Canaria. Aunque viví de niño la efervescencia nacionalista de La Isleta en los año 80, no tuve nunca contacto de ningún tipo con organizaciones nacionalistas, y si bien hoy comparto muchas de las ideas de cierto nacionalismo canario, no considero que mis planteamientos sean nacionalistas. Licenciado por la ULPGC en 2000, abandoné Canarias ese mismo año para proseguir mis estudios en diversas universidades europeas. Actualmente resido en Bélgica, donde trabajo como intérprete de conferencias y participo en el proyecto Tamaimos.



1- ¿Qué es Canarias para usted?

Canarias es el país en el que nací y me crié. Es el entorno que me dotó de puntos de referencia con los que después interpretar el mundo, la sociedad cuyos valores y circunstancias han modelado en buena medida mi personalidad y cosmovisión.
Canarias es una parte importantísima de mi mundo afectivo: es el cariño de mis padres, el amor a mis hermanos, la alegría de los viejos amigos, el calor de los abuelos, el lugar donde acumulé experiencias queridas, el azul transparente del mar ventoso o el silencio grandioso de las cumbres y sus bosques. Es el lugar al que me refiero cuando digo “vuelvo a mi casa”.
Pero Canarias para mí no se reduce ni puede reducirse únicamente a lo afectivo, sino que ocupa también un gran espacio en el mundo de las ideas. Es una realidad cultural, social, económica, política, histórica, territorial, nacional que necesita una profundísima reflexión sobre sí misma en todos esos ámbitos, si pretende tomar en sus manos las riendas de su futuro, en lugar de delegar sus decisiones en terceros, sean esos terceros canarios o no. Canarias es un pueblo con una identidad conflictiva, aún por resolver.



2- ¿Qué cree que define a los canarios?

La tremenda falta de conciencia de sí mismos, el desconocimiento de lo propio, prácticamente la no existencia de lo canario a los ojos de los canarios. Nos faltan referentes propios en todos los niveles, no porque no existan, sino porque su existencia se desconoce o directamente se ha ocultado. Así, no es difícil encontrar canarios convencidos de que en la historia de las islas no ha pasado nada hasta prácticamente mediados del siglo XX; de que Canarias siempre ha vivido “aislada” del mundo, cuando pocos territorios han tenido tantas vicisitudes, tantos contactos con otros tantos pueblos distintos; de que en Canarias no ha habido figuras de la más alta talla intelectual; de que Canarias está incapacitada (casi desvalida) para decidir por sí misma qué quiere para sí; de que Canarias vive de la caridad de España y la UE, etc etc.
Esta falta de conciencia tiene consecuencias internas, que afectan a la psique del canario. Genera contradicciones que son tabú, frustraciones inconscientes, desconocidas que a su vez dan lugar a una agresividad larvada. El canario suele confiar más en alguien de fuera que en los suyos y al mismo tiempo es capaz de una solidaridad y empatía emocionantes con otros canarios. Puede pasar del derrotismo más desesperante a la acción decidida, caiga quien caiga.
Lo dicho: una identidad conflictiva y aún por resolver.


3- ¿Tiene el pueblo canario derecho a decidir su futuro y en qué modelo?


Al pueblo canario le asiste exactamente el mismo derecho a decidir su futuro que a cualquier otro pueblo del mundo.
En cuanto al modelo, necesariamente tiene que ser un modelo que respalde la mayoría de los canarios y que permita que las decisiones que atañen al desarrollo de la vida en Canarias, se tomen en Canarias. Si ese modelo pasa por una autonomía mucho más amplia y robusta que la actual dentro de España, o pasa por una hipotética independencia, es algo que tendrá que decidir en su momento una sociedad canaria madura, que habrá de escoger la opción que mejor convenga a sus intereses, siendo muy realista, pero sin miedos ni complejos.



4- ¿Qué le falta a Canarias?

Le falta tomar conciencia de sí misma, conocer lo que ha sido y lo que es para poder afrontar el futuro de la mejor manera posible. Canarias necesita desarrollar un pensamiento crítico canario con el que interpretar la realidad y pensarse, que se dirija hacia dentro (hacia sí) pero también hacia fuera (su entorno).
Sólo así se podrá alcanzar otra cosa que le falta: una estrategia amplia de futuro, de desarrollo a largo plazo, que destierre de una vez esa impresión de desvalimiento, de que Canarias no vive sin limosna. Canarias ha de ser capaz de explotar sus posibilidades y potencialidades. Su principal recurso es su gente, y a ella tiene que destinar las mayores inversiones de dinero y esfuerzo, para que por medio de una formación de alto nivel siempre autocentrada, capacidad de innovar y creatividad, Canarias genere un desarrollo sostenible digno de ese nombre. Que pase por el aprovechamiento máximo de las energías renovables, por unas comunicaciones mucho mejores, por el fin de la construcción como industria depredadora, por el cuidado y respeto del patrimonio natural, y por la creación de empleo diversificado y de alta cualificación, en lugar de la actual dependencia de la construcción y el turismo. Un ejemplo: Canarias podría convertirse en un lugar privilegiado para la enseñanza del español a extranjeros, pues el habla canaria, al ser habla central, es la mejor indicada del sistema dialectal español para su aprendizaje como lengua no materna.. No olvidemos que la enseñanza del inglés ya es una de las principales fuentes de ingresos para el Reino Unido.
Todo ello sin olvidar un reparto de la riqueza mucho más equitativo que el actual.
También le falta a Canarias capacidad de decidir, por ejemplo en aspectos como la concesión de residencia o la adquisición de terrenos y bienes inmuebles por parte de no residentes, cuestiones que es preciso limitar. Igualmente, falta capacidad de decisión e intervención en el negocio turístico; es inaceptable que el grueso de la principal (y casi única) industria que hay en Canarias esté en manos foráneas y sus beneficios no reviertan en el archipiélago.


5- ¿Qué hace usted por Canarias?


Contribuyo todo lo que puedo a la creación de un debate crítico y una reflexión sobre Canarias y el ser canario. Canarias debe dejar de pensarse en términos de desvalimiento y pasar a tomar decisiones por sí misma, a aprovechar su potencial y desarrollarlo de la mejor manera posible. Con responsabilidad para alcanzar logros pero también asumir errores. Para ello hace falta una verdadera toma de conciencia de la realidad canaria, una toma de conciencia del lugar de Canarias en el mundo, de su relación con otros pueblos, de sus posibilidades. Es un paso previo indispensable para que Canarias decida por sí misma y deje de sentirse a merced de otros (sean las clases dominantes canarias, sean los intereses de España o Europa, a menudo distintos de los de Canarias).

Como vivo fuera de Canarias, ese esfuerzo lo canalizo en parte a través de las nuevas tecnologías (blog y podcast http://www.tamaimos.com/, diversas redes sociales, foros de debate, gofiosfera…) y en parte a través de iniciativas asociativas y culturales con otros canarios que también se encuentran fuera de Canarias.

También formo parte de la directiva de la Asociación canaria de Bélgica (http://canariosenbelgica.ning.com/), que en su corta andadura ya ha dado grandes pasos en la difusión de la cultura canaria en ese país europeo y entre la comunidad canaria que allí reside. Nuestro club de lectura y debate de literatura de las islas, el reciente seminario de cocina canaria, la celebración del día de Canarias o la presentación en Bruselas del último libro del escritor Antonio lozano, con una sala que se llenó hasta arriba, son sólo algunos ejemplos de la actividad que desarrolla la asociación, que por supuesto ya tiene otros actos en preparación. Animo a todos los interesados a que se apunten a la página de la asociación y participen con ideas, sean residentes en Bélgica o no.


6- ¿Cómo definiría la relación Canarias-Estado?

Es innegable que Canarias es un territorio con características, circunstancias, retos y necesidades que poco tienen que ver con los de otros territorios. Por eso difícilmente encaja Canarias en el actual entramado territorial del estado, donde, para España, los intereses de Canarias son sólo los de una más de las 17 comunidades autónomas. Frecuentemente los intereses de España han chocado con los de Canarias. A eso añadámosle el escaso peso político de las islas, la falta absoluta de asertividad de los sucesivos gobiernos canarios (en su día hasta el estatuto de autonomía se copió del de La Rioja), que no han hecho valer nunca que la realidad canaria es bien distinta de la ibérica, y tendremos que la relación Canarias-Estado es tremendamente desventajosa para el archipiélago. Si pretendemos un futuro más luminoso para Canarias, ese desequilibrio necesariamente tendrá que corregirse.

Sin salir de la propia UE, encontramos ejemplos de otros archipiélagos (en Dinamarca o Finlandia) que gozan de una autonomía infinitamente más amplia y profunda que la nuestra. En el blog http://www.tamaimos.com/ ya tratamos algunos de esos casos: http://tamaimos.com/2009/04/29/archipielago-europeo-archipielago-africano/
Vale la pena conocerlos e irse poniendo manos a la obra.


7- ¿Cuáles son los problemas que en el futuro tiene que abordar Canarias?

La superpoblación; la excesiva dependencia del monocultivo de turno; la excesiva dependencia energética del exterior; la masiva inmigración legal que llega por los aeropuertos (un aumento de medio millón de habitantes en 6 años no es sostenible); la depredación brutal del patrimonio natural; la falta de un proyecto de futuro que no pase por el cemento; la ineptitud e ínfimo nivel intelectual, amén de avaricia sin fin, de grandes empresarios y políticos (con sus honrosas excepciones, pocas) incapaces de hacer propuestas de futuro; el desconocimiento, falta de difusión e incluso desprecio hacia la creación y patrimonio cultural y de pensamiento canario; el desencanto y derrotismo generalizado en la ciudadanía; el descentramiento derivado de la falta de autoconciencia y de la ignorancia acerca de nuestro devenir y lugar en el mundo; el complejo paralizador que todo ello engendra; una actitud permisiva con la explotación foránea del turismo.


8- ¿Cuál sería la estrategia política para el futuro?

Ángel Sánchez decía en 1978 que el problema verdaderamente canario no es político, sino cultural. Creo que esa afirmación sigue vigente. Para abordar la cuestión política primero hay que resolver la cuestión cultural e identitaria, arreglar la falta de autoconciencia, el descentramiento tan extendido al que aludía en respuesta a la pregunta 2. Sólo cuando Canarias tome conciencia de sí misma, de su situación, de su lugar en el mundo, de los procesos históricos que la han formado, de sus intereses, y se vea como sujeto activo y no pasivo, podrán plantearse cuestiones de calado político. Por eso toda estrategia de futuro debe encaminarse primero a la difusión y debate crítico del ser canario, el ser del mundo desde estas islas; al autocentramiento, a la autoconciencia, siempre desde un punto de vista crítico, nunca autocomplaciente ni idealizado.

Una vez lograda esa madurez y ese pensamiento crítico sobre Canarias, podrán plantearse democráticamente otras cuestiones políticas. Pero no antes.

9- ¿Cómo definiría el proceso de la Autonomía Canaria?

Un proceso de autonomía que nunca ha tomado como base una reflexión profunda sobre las circunstancias que verdaderamente caracterizan a Canarias, un proceso que no se fundamenta en la salvaguardia efectiva de los intereses del archipiélago. El hecho de que el estatuto de autonomía de Canarias incluyera alguna referencia inadvertida a La Rioja es suficientemente elocuente. Además, se trata de un proceso que se dio en gran medida de espaldas a la población. Actualmente existe una página web del gobierno canario en la que se recaba la opinión de la ciudadanía sobre la reforma del estatuto; me parece una iniciativa loable, pero insuficiente a todas luces.


10- ¿Ha habido algún tipo de política nacionalista en Canarias?

Por supuesto. En Canarias prevaleció durante una larga época la política del nacionalismo español. Buena muestra de ello la tenemos, por ejemplo, no sólo en los mitos y bulos que corren sobre nuestro pasado indígena, o en la cantidad de canarios que todavía en los años 80 eran obligados en la escuela pública a imitar el acento castellano; o en el número de canarios, también jóvenes, que aun hoy día están convencidos de que el habla canaria es incorrecta o inferior.

Posteriormente hemos tenido gobiernos ostentados por CC, que se dice partido nacionalista, pero ha demostrado no ver a Canarias como nación.